La atención sanitaria a las personas ha dejado de ser una prioridad para el gobierno de CIU. Haciendo una primera valoración del presupuesto de salud presentado en el “Parlament” encontramos siete engaños y una renuncia del ‘conseller’. Además, para dar color a todo el trámite del presupuesto, se denota un creciente y continuado desprecio, enfermizo y obsesivo, del portavoz del Gobierno hacia el PSC, que no hace otra cosa que esconder la verdadera intención de este proceso: facilitar una reconversión del sector salud, que supone una involución del modelo 30 años después de su formación. Esta involución no hace más que alimentar la desafección por la política en la gente, que ve como un Gobierno hace de oposición de la oposición, llevando al “Parlament” un presupuesto del que ya se ha consumido casi la mitad, sin ningún otro criterio para su construcción que los recortes por los recortes.
El primer engaño del ‘conseller’ lo vemos cuando no explica que el Gobierno de la Generalitat invertirá en Salud 1.000 M€ menos que los invertidos al 2010 por los gobiernos catalanistas y de izquierdas. En el presupuesto figura una reducción del 6,5% respeto al 2010, es decir 581 M€, pero lo que se reduce en realidad son 1.000 M€, un 10 % menos.
El segundo engaño del ‘conseller’ lo vemos al constatar que en el departamento de salud únicamente se han reducido un 5% los gastos de personal. Por más que se diga desde el Gobierno que han reducido un 43% el número de cargos de confianza, un 23% su estructura política y un 17% su estructura interna de subdirecciones y servicios, Salud parece que es una excepción, y prefiere reducir en asistencia al ciudadanos que en estructura de mandos y directivos del departamento y de los grandes hospitales. A la Atención Primaria, en cambio, si se están reduciendo cargos, cerrando centros, mientras dicen que la fortalecerán.
El tercer engaño del `conseller’ se observa cuando pretende hacer creer a los ciudadanos y ciudadanas que los servicios sanitarios no pueden perder calidad tras los recortes indiscriminados. Cuando todo el mundo es consciente de que es imposible mantener el nivel de calidad del sistema sanitario reduciendo la actividad asistencial de los centros y hospitales, tal y como está sucediendo. Se reduce la contratación a los centros en un 7,28% (326 M€), un 2% corresponde a reducción de tarifas, lo que obligará a los centros a optimizar al máximo sus recursos, y el 5,28% restante es reducción de actividad, lo cual obliga a reducir la producción de los servicios, teniendo como consecuencia directa un fuerte incremento de las listas de espera, mas iniquidades territoriales, y más paro entre los profesionales sanitarios.
El cuarto engaño del ‘conseller’ se ve en la única partida que sube, y mucho, en el presupuesto. Se incrementa la partida correspondiente a Medicación Hospitalaria de Dispensación Ambulatoria en 86 M€, un 27,31%. La MHDA recoge, entre otros, las innovaciones en farmacia, y este hecho no se puede interpretar de otra manera que como un guiño a la industria farmacéutica.
El quinto engaño del ‘conseller’ se da cuando intenta hacer creer a ciudadanos y ciudadanas que el consumo de farmacia de recetas médicas para el año 2011 será de 1.285 M€, cuando la tendencia que nos reflejan los consumos de los primeros meses del año es que se acabará en un consumo muy similar al presupuesto del año 2010, es decir en 1.479 M€. Hemos tomado nota de todos los adjetivos dedicados desde CIU al incumplimiento del presupuesto de 2010 por el departamento de Salud del anterior Gobierno; hará falta recordarlos pronto.
El sexto engaño del ‘conseller’ se produce cuando se hace patente que la reducción del presupuesto de inversiones en 86 M€ no es real. Tras la gran paralización de los proyectos que se produjo pensando que todo estaba mal, el Gobierno ha debido rectificar y maquilla las cifras. Las inversiones de 2010 en equipamientos de salud fue de 244 M€, y por lo tanto el presupuesto refleja un incremento de 17 M€ y no una reducción en esta partida.
El séptimo engaño del ‘conseller’ es el más lamentable: continuamente el Gobierno no respeta al “Parlament”, ignora sus mandatos, y hace caso omiso de las mociones aprobadas por el pleno, pero no se priva de reclamar constantemente a diestro y siniestro lealtades institucionales a los demás. El mes de mayo, el pleno del “Parlament” aprueba una moción que instaba al Gobierno a que “los recortes anunciados por el Gobierno en los presupuestos de la Generalitat para el año 2011, para que no afecten la calidad de los servicios ni las prestaciones del sistema sanitario público, ni a la equidad territorial, se concreten y justifiquen, utilizando en plenas condiciones de transparencia, los indicadores de eficiencia y calidad de la Central de Resultados. Y para legitimarlas en los diferentes ámbitos territoriales, se aprueben por los correspondientes Gobiernos Territoriales de Salud”. Instituciones, recordamos, despreciadas y infravaloradas por el departamento. Mientras se quieren dar lecciones de lealtad institucional se practica el mayor desprecio a las instituciones propias del sistema de salud.
Y también en este presupuesto se evidencia una renuncia. Una dejadez que explica el verdadero rostro del gobierno de CIU. El ‘conseller’ de Salud renuncia a la política propia de ingresos del departamento. Al no hacer constar los ingresos que el sector puede generar y renunciar de entrada, muestra la verdadera intención del Gobierno actual: gastos para el sector público e ingresos para el sector privado.
Josep Maria Sabaté
Portavoz de Salud del Grupo Parlamentario Socialista
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