El parlamento de Catalunya aprobó, con los votos de CiU y la abstención del PP el repago en farmacia. Esta tasa conocida como euro por receta, es del todo innecesaria. Es un paso más en reconversión del sistema de Salut iniciada por el Gobierno de Artur Más, que nos lleva a un sistema dual, que generará más pobreza y desigualdad entre los catalanes. Esta lamentable iniciativa del euro por receta, únicamente servirá, para facilitar los cambios en sanidad para el Estado, que pretende el PP. Seguro que el gobierno de España sabrá agradecer en breve, el servicio prestado por el Consejero de Salud Sr Ruiz. Es posible hacer las cosas mejor en salud, y resulta más eficiente, como se ha demostrado por los gobiernos catalanistas de izquierdas. Mientras en Cataluña el consumo en farmacia crecía un 11% en el período 2004/2009, en el Estado lo hacía un 21,5%. Durante ese período en Cataluña se hubiera consumido un 10,5% más, (1.000 M€) de no corregirse esta tendencia.
Las políticas de farmacia que se realizaron entre 2004 y 2010, han supuesto las mejores estrategias moderadores del consumo de fármacos. Citaré algunas, empezando por la más importante, la receta electrónica, que ha permitido que la dispensación de fármacos a los pacientes, sean únicamente los necesarios, facilitando que los médicos puedan establecer las pautas más adecuadas, y racionalizando la programación de visitas a los CAP. La incorporación de la dirección por objetivos y la retribución variable en los acuerdos retributivos de los médicos, incorporó incentivos al fomento del uso racional de los medicamentos, consolidando, de una forma eficaz, estímulos a la prescripción de genéricos, que en 2009, suponían en Catalunya un porcentaje del 33% sobre el total de envases recetados, mientras que en el resto de las CCAA, este porcentaje era del 25%. La política de concertación con el sector farmacéutico que, respetando, el modelo de oficina de farmacia en Cataluña, supuso un gran avance para conseguir, mejoras importantes en el uso racional del medicamento, y la constitución, en 2009, de la Mesa del Medicamento de Cataluña, permitió establecer un consenso en políticas farmacéuticas. La Mesa del Medicamento es, “o era”, un órgano constituido con todos los agentes relacionados con el sector del medicamento en Cataluña: Industria, Distribución, Oficinas de Farmacia, Consejos de Colegios Profesionales, Patronales, Foro de pacientes, Expertos de diversas instituciones y el Departamento de Salud. Se desarrolló en 3 grupos de trabajo: Investigación con medicamentos, Uso racional y sostenibilidad de la prestación farmacéutica, y el paciente como gestor de su tratamiento. Cataluña, desarrollando estos instrumentos, ha dispuesto de una ventaja competitiva muy fuerte respecto al resto de CCAA, y muy legitimada por el hecho de estar consensuada con el sector farmacéutico.
Estas políticas han sido los verdaderos tickets moderadores que han permitido que el consumo en farmacia dentro del presupuesto del Departamento de Salud pasara del 23% en el año 2004, al 17% en el año 2009. Y todo ello antes de la recibir la ayuda de los reales decretos-ley del 2010, (del gobierno socialista del Estado), de racionalización del gasto farmacéutico con cargo al SNS y de medidas extraordinarias para la reducción del déficit público. I del Real Decreto 9 del 2011 que además de regular la receta por principio activo, introducía más modificaciones en el sistema de precios de referencia.
El Consejero Ruiz, para seguir con la racionalización del consumo de farmacia, solo debía tener cuidado de no romper nada más y seguir con las políticas que han demostrado su utilidad. Pero esto no es nada original, el Consejero quería hacer algo distinto fruto de este arrebato, típico de CiU, que les impulsa a encontrar maneras diferentes de hacer las cosas, cueste lo que cueste para lograr ser los primeros en incrementar la brecha social y generar más pobreza.
El Servicio Catalán de la Salud, estudio, para avanzar en el aseguramiento de la sostenibilidad del sistema sanitario, la variación en la corresponsabilidad de los usuarios en el coste del medicamento, (euro por receta, etc.), Y no se implantó. Porque el estudio demostraba la generalización de inequidades en su implantación, si previamente no se corregía, el copago actual, (su regulación es competencia del estado), y que es del 40% del coste a cargo de los usuarios, sin tener en cuenta su nivel de renta, con la excepción de los pensionistas que disfrutan de farmacia gratuita. El gobierno actual del Presidente Mas, lo hace al revés, lo implanta sin estudiarlo, generando más desigualdades, confusión en los profesionales y desconcierto y miedo a quienes están en dificultades.
Esta tasa que introduce el Repago, pagar dos veces por lo mismo, no traerá más que desencuentros con el sector farmacéutico, con los profesionales de la salud y con los usuarios. Es un impuesto al consumo de medicamentos cuyo hecho imponible es estar enfermo. No aportará, ninguna ventaja, reportará algunos ingresos a la caja de la Generalitat hoy y mucho más coste en un futuro. Es indispensable, para no seguir perdiendo credibilidad y liderazgo, que el departamento de salud, recupere el consenso con el sector y la industria farmacéutica, y sobretodo con profesionales y ciudadanos.
Tickets no se necesitan, más cordura y sentido común por parte del gobierno de CiU es lo que hace falta.
Josep Maria Sabaté
Portavoz de Salud del PSC en el Parlamento de Cataluña
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