dimecres, 1 d’agost del 2012

La actualidad política no permite momentos para la épica, y mucho menos para la lírica

"¿Cómo pueden gobernantes que no creen en el sector público, administrar las finanzas públicas?”
"En estos momentos los silencios son mucho más necesarios que las estridencias, no se pueden construir propuestas de futuro creíbles con mensajes publicitarios improvisados"

Mientras continuamos sometidos, a una ola de recortes de los servicios públicos, los gobiernos de las derechas catalanas, nos llena de "misivas" orientadas a persuadirnos, que lo hacen para salvar la Nación. Continuamente escuchamos del gobierno de la Generalitat de Cataluña, relatos casi obscenos, que pretenden justificar la laminación de derechos de los catalanes y catalanas, en salud, educación y servicios sociales, dedicándose impertérritos a desmontar el trabajo de los gobiernos catalanistas y de izquierdas.

La dificultad que tienen en generar confianzas, para ordenar el país, los gobiernos de CiU y PP, debería ser motivo suficiente para buscar consensos en todos los grupos políticos, económicos y sociales para superar la crisis, pero no es su voluntad buscar el entendimiento y los ciudadanos están pagando muy caro esta prepotencia. Están tan convencidos de que pueden salir adelante solos, que no ven que su actitud acabará generando confrontaciones de imprevisibles consecuencias, nos quieren aleccionar hablándonos de la necesidad de tener amplitud de miras, desde su enfoque de corto alcance. Nos empujan, como país, a ninguna parte, i tememos, que al sentirse poseedores de la verdad absoluta y creyéndose que únicamente ellos nos pueden salvar del desastre, la derrota como colectivo esta servida.  

Día a día la gente se empobrece y se exaspera. Hemos asistido estos últimos días a representaciones teatrales por parte del gobierno, para convencernos, que es más necesario pagar puntualmente a las entidades financieras que nos prestan su dinero para hacer negocio, que hacerlo en los centros sanitarios y sociales que les debemos la financiación de los servicios a las personas. No pueden despreciar al país de esta manera.

Ahora se apuntan desde Madrid más recortes a las administraciones públicas; menos concejales, menos diputados, son algunos ejemplos. Es cierto que tenemos demasiados niveles de administraciones superpuestas, locales, comarcales, provinciales, autonómicas, estatales y europea. Pero también es cierto, que no se ha evitado la interposición de tareas y la asunción de competencias impropias, entre administraciones y organismos públicos.

Si los gobiernos de todas las administraciones se impusieran con urgencia el objetivo de hacer únicamente el trabajo que les toca, y hacerlo de calidad, seguro que se conseguiría un importante ahorro, y una mejora de la eficiencia de los servicios públicos. Pero no: todas las administraciones quieren cuidarse de todo, y todos los relatores quieren hablar de todo, aunque no entiendan una palabra de lo que hablan. Y mientras la economía productiva va a peor, y la economía financiera está mejor que nunca.

Y si reconvirtieran parte de las comisiones bancarias en tasas públicas?. Y si los movimientos de capitales fueran hechos imponibles y tributaran como las recetas?. Sólo son ejemplos para pensar que hay alternativas a los recortes. El gobierno debe hablar claro y decir que el déficit es debido a la caída libre de los ingresos públicos, que disminuyen desde 2008, y no es solo causa de los gastos producidos por los servicios públicos.

Estos partidos de derechas estaban tan convencidos de que al llegar al poder, se reactivaría la economía, por el solo hecho de gobernar ellos, que ahora están desolados. Y ya no les queda otra cosa por salvar su trayectoria histórica que arrastrar al país y a su gente, a gestas épicas que no llevan a ninguna parte, y que ni siquiera podrán ser cantadas, porque están condenadas al fracaso.

Son tiempo de hablar con claridad, enfocar bien los problemas del país, para acertar en las acciones para solucionarlos. Pero si no se sabe reconocer con humildad, las limitaciones e incapacidades de todos para resolverlos, será muy difícil acertar en la dirección correcta. El gobierno debe generar confianza a los ciudadanos y ciudadanas en proyectos que nos unan, y no que nos separen, hay que buscar todos los apoyos necesarios dentro y fuera del país, para reactivar la economía y hacer más eficiente nuestro modelo productivo, el público y también el privado, con respeto mutuo.

No son buenos tiempos para la épica y la lírica. Son tiempos para trabajar todos juntos sin estridencias ni eslóganes repetitivos, vacíos de contenidos y propuestas.

En estos momentos los silencios son mucho más necesarios que las estridencias. No se pueden construir propuestas de futuro creíbles, desde el gobierno, o desde la oposición con mensajes publicitarios continuos, improvisados i repetitivos por parte de sus portavoces.

Únicamente un esfuerzo de sinceridad nos llevará a recuperar la solvencia.
 

Josep Maria Sabaté i Guasch

Diputado Socialista en el Parlamento de Cataluña.


Catalunya Press 2 de agosto de 2012

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